El Uruguay ha marcado un fuerte liderazgo en la aplicación de sistemas de trazabilidad animal. El sistema más conocido es el de los bovinos.
Existe un sistema de trazabilidad avícola que se realiza por lotes de aves, ya que la identificación por cada animal no tendría sentido por la cantidad de animales y porque cada lote comparte las condiciones sanitarias, de hábitat y de ciclo de crecimiento.
Desde que se tiene a las madres ponedoras, éstas se manejan por lotes identificados con la cantidad de aves, la fecha de nacimiento, la ubicación en cada predio y la alimentación y cuidados sanitarios que recibe a lo largo de su vida.
Los huevos que darán origen a los pollitos que luego van a engorde, también se manejan por lotes para la incubación. Siempre se sabe de cada lote de huevos, qué grupo de madres les dieron origen.
Los pollitos una vez nacidos, también se manejan por lotes, con fecha de nacimiento, sexo, ubicación en el campo, alimentación y cuidados sanitarios que recibe durante todo el tiempo de engorde.
Al enviarse a faena, también se manejan con el mismo número de lote y son procesados por las plantas en orden, lote a lote.
El sistema de trazabilidad de campo es gestionado por el MGAP y es obligatorio para toda la cadena de producción de carne aviar.
Una vez llegados a planta, cada lote es faenado secuencialmente, conociéndose el campo del cual provienen y en consecuencia se puede trazar el origen hasta el día de su nacimiento.
A nivel de plantas de faena, INAC ha instalado un Sistema de Control de Faena que es obligatorio y que cuenta una a una las aves a medida que son procesadas. Al momento de completar el procesamiento, además de contarse, se pesan individualmente previo a su envasado o destino a las líneas de trozado en cortes.
El sistema de trazabilidad de Uruguay da garantías altas de sanidad e inocuidad, asegurando al consumidor un producto seguro para su alimentación.
Estas garantías se traducen en calidad de producto y confianza del consumidor, que son los pilares del objetivo de crecimiento del consumo en el mercado local y también del potencial exportador a los mercados más exigentes del mundo. En estos desafíos viene trabajando el conjunto de empresas del sector, en coordinación con las autoridades del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, con la Cancillería y con el INAC.
